La directiva se esconde incluso cuando se homenajea a un ex jugador
En los instantes previos al partido del Sevilla ante el Getafe en el Ramón Sánchez-Pizjuán, de la segunda jornada de LaLiga EASPORTS, se rindió homenaje a Loïc Badé, vendido la semana pasada al Bayer Leverkusen, a pesar de las reticencias del francés, pero las necesidades económicas del club se impusieron.
El francés posó con la Europa League conquistada en Budapest (Hungría) en mayo de 2023 y con la camiseta con la cifra de los 93 partidos disputados. Salió al verde en un pasillo que le hicieron los jugadores del Sevilla y, posteriormente, recibió la ovación del sevillismo. Pero, lo que más llamó la atención, fue soledad en el homenaje. Nadie de la directiva bajó al terreno de juego para estar junto al galo. Ni José María del Nido Carrasco, ni Antonio Cordón, ni el presidente de Honor, Joaquín Caparrós...
Una imagen esperpéntica, una más, de un club a la deriva con unos directivos que no dan la cara para no llevarse la bronca de la afición. La cobardía impregna a unos dirigentes que no están sacando al club de la crisis, y que está llevando a tener enormes dificultades para componer la plantilla en la presente temporada.
