El Sevilla FC lleva años sufriendo pérdidas deportivas y económicas. El octacampeón de Europa se ha visto superado por la crisis deportiva e institucional.
Por eso, Antonio Cordón se había propuesto reducir la deuda que tiene el club hispalense, y lo ha logrado. Según dijo el propio director deportivo, el club ha saneado las cuentas hasta 80 millones de euros.
Sin embargo, eso ha costado que dos jugadores muy importantes, Badé y Lukébakio, tuvieran que marcharse de la capital andaluza.
El francés ha demostrado en innumerables ocasiones su amor incondicional por este escudo, no obstante, ha tenido que hacer las maletas por petición expresa de la cúpula alta de la entidad. El zaguero ha dejado en caja unos 25 millones de euros aproximadamente.
Por su parte, Dodi se ha marchado en el último suspiro de este mercado estival por una cifra cercana a 24 millones, variables incluidas. Del mismo modo, el belga había rechazado varias ofertas, pero también se ha tenido que marchar para apoyar al club, tal y como informa Gonzalo Tortosa.
Una vez más, las necesidades económicas obligan a desprenderse de jugadores imprescindibles y se demuestra la gran dificultad que tienen los clubes para ajustarse a las estrictas normas de la liga, a diferencia de otras ligas como la Premier League.
Además, el club no ha apoyado a los jugadores, pues la propia directiva "abandonó a Badé el díaque saltóal verde del Pizjuán a recoger su camiseta conmemorativa en la previa del Sevilla-Getafe".
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