Mandó un mensaje de fortaleza ante la dinámica del equipo, y se mostró comprensivo con la afición ante su comportamiento en las gradas debido a la mala situación del club
Tras el último entrenamiento en la Ciudad Deportiva antes de viajar hasta Almendralejo, donde el jueves a las 21 horas se enfrentarán al CD Extremadura en la segunda ronda de la Copa del Rey, compareció en sala de prensa el entrenador del Sevilla, Matías Almeyda, quien mostró que ya han cambiado el chip y solo tienen en mente seguir vivos en el torneo copero: "Hemos sacado el chip de perder el derbi y sabemos que mañana es una final. Pensamos sólo en la Copa, en el rival al que vamos a enfrentar, hay que pasar de fase. En la Copa todo son finales, hay que ganar o te quedas fuera. Deseamos pasar y convertirnos en ganadores, son todos partidos decisivos ante rivales que respetamos, se juegan la vida".
Ante la mala racha de resultados, el argentino mandó un mensaje de fuerza, mostrando sus ganas de revertir la situación: "Si tengo capacidad lo dirán los números, no lo puedo decir yo. Yo soy un luchador y no me modifica un resultado, he pasado por momentos buenos y no buenos, se adónde quiero llegar y la manera en la que quiero llegar. Esta silla no se la entrego a nadie. Claro que me duele perder un derbi, sería un amargo si no, pero tengo sangre. Daré más para revertir los números, los cuales son normales para abajo, pero estamos en la batalla. Me tienen que sacar de aquí, no me voy a ir. Quiero quedarme los tres años que firmé y luego más, pero me lo tengo que ganar. Quise venir acá porque me gusta este club y su gente, no me voy a detener porque perdimos un derbi".
Eso sí, hizo autocrítica: "Lo de merecer en el fútbol queda en el aire, no cuenta, hay que hacer goles y que no te hagan, y esa línea media en la que vengo insistiendo no la conseguimos, no conseguimos empatar partidos. El desorden del otro día habrá que seguir trabajándolo. El primero que se equivoca es siempre el entrenador y en los errores individuales de un partido estamos todos involucrados. Sin olvidar que el fútbol está lleno de errores, siendo verdad que los nuestros han generado muchos puntos en contra".
Por otra parte, confirmó que Joan Jordán está cerca de volver a entrenar con el grupo, debido a que "está ya al ritmo del resto de compañeros".
Sobre los incidentes en Gol Norte, que hizo que el partido estuviera detenido 18 minutos, apuntó: "Nada está bien, pero era de plástico lo que tiraron. ¿Cuántas cayeron? ¿Una o dos? Si van a Sudamérica... Es fútbol, un derbi, una provocación y la gente se manifestó así. No estoy de acuerdo en nada, ni en la provocación ni en la manifestación. Son medidas que se toman. Por ahí uno está acostumbrado a otra cosa, que te tiren una piedra, aquí fue una botella de plástico... ¿Por qué nos enfocamos en nuestro público? ¿Por qué el público hizo eso?"
Ante esto, apuntó al comportamiento de los jugadores del Real Betis: "Cuando pasan actos incorrectos a nadie le gustan. Ahora hay que ver porqué fueron. A la gente se le respeta. Si ganás, tenés que ser humilde e irte. No provoquen".
Dejó patente que no les gustó nada la rigurosa expulsión de Isaac Romero, que ha sido sancionado con dos partidos: "Él está golpeado como todos por perder un derbi y al ser expulsado también. Hay que cambiar. Tiene que estar preparado para jugar cuando le toque y hacerlo mejor. La expulsión para mí no era expulsión ¿Escucharon al árbitro? Es la primera vez que hablo de un árbitro. Estaba haciendo un gran partido, el partido iba bien. Si tengo a alguien que todo el tiempo me está gritando, sacá, sacá, termino sacando. Si hay un VAR tienen que tener una pausa y no presionar para que tome una decisión en una décima de segundo. Escuchen el audio otra vez. Parecían cantantes".
Cuestionado por el comportamiento del sevillismo, fue comprensivo ante la actual situación del club: "Es entendible lo que el público reclama porque se acostumbró a que este equipo ganara muchas cosas. Se ve una frustración de no ver al equipo a ese nivel. Está en el proceso de llegar a ese nivel, le va a costar un tiempo. Tenemos que dar el máximo todos, mañana leí que van cuatro mil personas. Nos tienen que insultar y aplaudir. Es la realidad. Es un público acostumbrado a ganar. Cuando pasan por momentos de dificultad les cuesta aceptar".
Sobre las cosas que se guardaba a decir tras el derbi, dijo lo siguiente: "Nunca voy a exponer lo que pienso realmente. Si bien me abro con ustedes, después si digo que tengo que pensar algo es muy amplio ¿Por qué vamos al lado malo? Tengo que pensar porqué nos pasó lo que nos pasó. Me estoy abriendo para ser auténtico y no tener que enfrentarlos a ustedes y decir sólo 'sí' o 'no'. Si algo le tenemos que comunicar a nuestro público es realidades. Es la única manera que conozco de crecer. Estoy cuidando y protegiendo a un grupo. Si yo mismo me equivoqué no las voy a exponer tanto porque me liquidan. Vi a varios que dijeron que se quiere ir. No lo hablen, pueden preguntarme directo. Acá he hablado antes que en todos lados. No me gusta hablar tanto. Trato de ser al 99, ese 1% a veces me lo guardo".
Por último, sobre los números que en muchas ocasiones ha acabado con la destitución del entrenador, indicó: "Firmé por tres años y me quiero quedar tres años y que me renueven otros tres más. Si quise venir acá donde otros no quisieron venir... Me gusta este club, me gusta la gente, me gusta la situación. No me voy a detener por haber perdido un derbi, ni en pedo... Cambiemos el chip. No ando llorando por los rincones. Asumo la responsabilidad".
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