A ver, que soy sevillista y lo hubiese cantado como si no hubiese un mañana, pero que el balón que toca Alexis tras el remate de Alfon haya acabado fuera, en vez de dentro, no deja de ser una bendición.
Seamos realistas. Este equipo no está para muchos farolillos, estamos como estamos (estoy pensando en positivo), y en parte es gracias a que jugamos solo cada siete días. Es así y hay que rezar para que en cada partido no siga aumentando el número de lesionados. Meterte en enero, en año de Copa África, que es otra de las aberraciones de este calendario, y teniendo que jugar cada tres días con una plantilla tan cortita sería para echarse a temblar.
Y el que piense que en el mercado de invierno se puede arreglar algo que se revise la junta de accionistas del pasado lunes. Estamos dirigidos por una banda que tengo la duda si son incompetentes, caraduras, o incompetentes caraduras. Lo que toca es agarrarse a la liga, rezar para que haya más equipos como el Oviedo y que esta gente acepte una oferta para la venta del club, ya sea de Lappi (ojalá) o de un grupo de guerrilleros checheno, porque cualquiera que entrase a llevar las riendas del club, aunque fuese el mismísimo "donmanué" resucitado, sería imposible que lo hiciesen peor y con tanta maldad hacia el club que dicen defender.
Vendrán tiempos mejores, no me cabe duda, pero mientras tanto debemos tener los pies en la tierra y tener claro que este Sevilla, sobretodo dirigido por esta gente, no está para muchas alegrías más allá de mantener una distancia prudencial con los puestos de descenso.
Y por supuesto que hubiese cantado el gol de Alexis si hubiese entrado, el corazón a veces va por un camino diferente a la cabeza, pero caer de una manera más o menos honrosa, terminar sin ningún lesionado y poderte centrar en lo único importante que debe tener el equipo en mente, que no es otra cosa que la salvación, es una bendición.
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